Han pasado los años y el poeta que entonces era casi un niño es ahora, en las imágenes de Carrión, un anciano: el peso de su palabra le cae sobre los hombros, una vez que ha pasado la barrera de los setenta.
Esta segunda jornada comprende los poemas creados desde 1957 a 1984. La siempre cambiante poesía de Alejandro Carrión va unificando su tono y su forma, y el lector puede fácilmente captar como, en realidad, los años vuelven sabio y santo a un poeta.
Juana de Ibarbourou aseguró que Alejandro Carrión “tenía la inocencia de no saber cuan grande poeta era”, encontrando en esta misteriosa circunstancia uno de los atractivos de su poesía. Alberto Hidalgo lo situó entre los mayores poetas del continente. En los Estados Unidos, Dudley Fitts lo incluyó entre los “Cinco poetas jóvenes de América” junto a creadores como Tennessee Williams y John Frederick Nims.
Este volumen reúne los poemas escritos hasta fines de la década de 1950: una poesía –como el propio poeta la caracterizó– “siempre cambiante, como cambia el espíritu, como varía el alma, como la vida se retuerce sobre sí misma y siempre idéntica a su propia verdad, se muestra distinta en la misma forma que los diversos instantes del día”.
Poesía completa
Esta edición marca el regreso a la editorial que él ayudó a crear pero que lo ignoró durante décadas. “La Casa de la Cultura –nos dice su director, Marco Antonio Rodríguez– se honra en publicar la poesía completa de este escritor en su colección Memoria de vida, precisamente orientada a divulgar la poesía de autores relegados a un imperdonable olvido… Balbucea y tropieza la voz de Carrión Aguirre en sus tramos iniciantes, pero se yergue sabia y perturbadora en su ciclo de madurez”.
La compilación revisó los textos originales y corrigió errores que se filtraron en las ediciones anteriores. Incluye, además, unos pocos olvidados poemas inéditos –una iniciativa que no estamos seguros de que el autor la habría aprobado–.
[En sus propias palabras]
“¿Los versos que usted más ama?”
Diego Oquendo. ¿Los versos que usted más ama?
Alejandro Carrión. “El canto a la tierra lojana”, que escribí hace ya muchos años… una canción nupcial que está en el último de los libros que forman mi colección de poesías publicada por la Casa de la Cultura... y la “elegía” que escribí llorando la muerte de mi madre, hace un par de años. ¡Ah! y un poema titulado “Suave sol de mi sangre”, creado para mi hermana Adriana, quien, con mi hermano Carlos Enrique son los mejores amigos que he tenido en mi vida.